El pleno del ayuntamiento de Monforte del Cid ha acordado por unanimidad, denominar el pabellón municipal de la localidad con el nombre de «Juan Ramón Arana Parres«, miembro destacado del Hércules en los años sesenta e ilustre hijo de dicha villa alicantina.
Este feliz acontecimiento ha sido posible gracias a la petición de la Asociación Herculanos, qué también fue refrendada por la Peña Herculana Monforte Blanquiazul, y por supuesto, al apoyo de todos los grupos municipales de esta localidad alicantina, con su alcaldesa María Dolores Berenguer a la cabeza.
La iniciativa se enmarca dentro del Proyecto de Memoria Histórica Herculana que la Asociación Herculanos lleva promoviendo desde hace dos años y que pretende recuperar y destacar, la historia del herculanismo y su vinculación con lugares emblemáticos de Alicante y provincia.
Enrique Tébar, Juanjo Chacón, Pedro Arenas, Rafa Vega y David Rubio, por parte de la Asociación Herculanos, y Mario Piñol, presidente de la Peña Monforte Blanquiazul, presentaron hace unas semanas al ayuntamiento monfortino su proyecto. Fue la propia alcaldesa María Dolores Berenguer, la que propuso que el pabellón municipal de la localidad pase a denominarse «Pabellón Municipal Juan Ramón Arana».
Nacido en Monforte del Cid (1943), de padre vasco y madre monfortina, Juan Ramón estudió en el colegio de los Hermanos Maristas de Alicante, donde empezó a jugar al fútbol destacando como delantero. Siendo adolescente recala en el Alicante de Tercera División de donde es fichado por el Hércules al final de la temporada 1962-1963 para disputar los últimos partidos de la misma.
Arana debutó en el equipo herculano en un partido de Copa ante el Atlético de Madrid. Su rendimiento convenció desde el primer momento al entrenador José Bermúdez, quien se quedó con el delantero monfortino para la siguiente campaña, 1963-64, temporada que le auparía al primer plano futbolístico nacional al convertirse en el máximo artillero del Grupo Sur de la Segunda División con tan solo 20 años.
Se mantuvo cuatro temporadas en el conjunto herculano, anotando un total de casi 60 goles. «El Gitano», apodo como era conocido cariñosamente por sus compañeros, era un delantero centro frío y técnico, que llegó a despertar el interés de importantes clubes por su contratación. Pero finalmente no cuajó su fichaje por ninguno de los grandes y al terminar su periplo en el Hércules recaló en el Córdoba, club donde terminaría colgando las botas.
Falleció en 1993, víctima de cáncer, con tan solo 50 años.
Hoy, Monforte del Cid, el pueblo que le vio nacer, luce orgulloso su nombre en el Pabellón Municipal.
Gracias a todos los que lo hicieron posible.